Cinexín, por José Javier Martínez
Aunque han pasado ya décadas desde el estreno de esta película, así como de la publicación de la estupenda novela en la que está basada, los temas que trata Fahrenheit 451 están más de actualidad que nunca. Ray Bradbury, el autor de la obra, nos quería presentar un mundo en el que está prohibido leer, y los bomberos se dedican a quemar los libros clandestinos que muchos esconden en sus casas, incapaces de abandonarlos al olvido.
La peculiaridad de esta historia distópica es que no hay una dictadura que haya impuesto esta ley: es la propia sociedad la que de forma voluntaria ha decidido eliminar cualquier elemento que la haga sentir algo, en la búsqueda de la igualdad social y la marginación del dolor. Cuesta no sumergirse en la película que François Truffaut, mito de la Nouvelle vague francesa, dirigió en 1966. Protagonizada por el alemán Oskar Werner, que da vida a un bombero que empieza a amar los libros, y por Julie Christie, en un doble papel en el que interpreta las dos caras de la moneda: la mujer del bombero, totalmente atrapada por el estilo de vida vacío que la sociedad impone, y la joven curiosa que descubre al protagonista un mundo nuevo lleno de sentimiento y de letras impresas. El verano es una buena excusa para acercarse a este clásico intemporal, ya sea en su versión cinematográfica o en su libro original.
Aprovechad que no lo han quemado todavía.
Dirección: François Truffaut.
Guion: François Truffaut y Jean-Louis Richard, basado en la novela de Ray Bradbury
Reparto: Oskar Werner, Julie Christie, Cyril Cusack, Anton Diffring.