Homenaje a Diego Fuentes, cantante Crevillentino – Por Francisco Vicente Martínez Ferrández “Choco”
La vida golpea duro amigo. Escribo estas líneas desde el profundo dolor que me has hecho sentir por tu temprana partida, muy pronta e injusta. Han sido muchos años juntos y ahora me parecen apenas un puñado. Se cumplen casi cuatro meses de aquel fatídico día, en el que el de allá arriba decidió que a sus coros celestiales les hacía falta un buen solista. Ya podía haber esperado unos años a dejarnos esta herida, pero, por lo visto, tenía prisa. Muchos años juntos, codo con codo, hombro con hombro, respirando juntos, sintiendo juntos, cantando juntos. He estado retrasando el momento de sentarme frente al pasado a recordar nuestros momentos y enfrentarme al dolor de recordarte a mi lado y no puedo reprimir mis lágrimas, ni mi rabia…
“Qué cerca resuena “L’Estoreta” cantada por ti en alguna serenata, con el aire que le dabas a tempo de habanera”
Hemos vivido muchos momentos increíbles. Certámenes corales, zarzuelas, óperas, serenatas, muchas horas de ensayos, viajes, cenas, comparsa. Vienen a mi mente momentazos como la ópera CARMEN de Salamanca, GIGANTES Y CABEZUDOS, MARINA, DOÑA FRANCISQUITA… o ese FATHER IN HEAVEN de OH MY SON de nuestro amigo Marcos, en la Iglesia de Ntra. Sra. de Belén. Recuerdo como si fuera ayer cómo cantabas la habanera “POR EL MAR” en Las Eras de la Sal, en Torrevieja, y qué orgullosos nos sentíamos de tener a esa gran voz de nuestro lado en los concursos corales, y qué cerca resuena “L’ESTORETA” cantada por ti en alguna serenata, con el aire que le dabas a tempo de habanera, o en versión marcha cristiana con nuestros amigos Dragones, cubata en mano y en escuadra, acompañando a nuestras princesas. ¿Por qué te has ido?
“Fue especialmente duro el Septenario a la Virgen de los Dolores, porque se vivieron momentos muy emotivos”
La vida nos está poniendo a prueba y nos va requiriendo fortaleza en cada uno de los eventos en los que tenías una cita y, aunque todos sabíamos que de alguna forma estabas con nosotros, no te podíamos ver… y dolía. Fue especialmente duro el Septenario a la Virgen de los Dolores, porque se vivieron momentos muy emotivos, y no es muy fácil cantar cuando tienes un nudo en la garganta. Y llegó el “Mig Any fester” y tampoco estabas…pero estabas. Y me tomé el primer gin tonic en honor a tu recuerdo y volví a preguntarme: ¿por qué te has ido?
I ara que, segurament, estaràs donant més quefer que una bossa de cucs “por los celestes ámbitos”, que diría el Cardona, necessitaríem que mos donares un poc la murga, perque se te troba a faltar moltíssim.
Sempre te recordarem com aquell xiquet gran, amb un cor enorme, al qual la vida no li va fer justícia.
Un fort abraç amic.
Francisco Vte. Martínez Ferrández – Choco
