En la feliz vida de Lucía (Paz Vega) y Lorenzo (Tristán Ulloa), aparece la hija que éste tuvo, sin saberlo, con Elena (Najwa Nimri), el amor de una noche. Un trágico acontecimiento cambiará sus vidas, que empezarán a girar en torno al dolor, al deseo, y a una isla, como si de un capítulo de “Perdidos” se tratara. Se cumplen diez años del estreno de esta preciosa película, una de las mejores de la última década. Julio Medem consagró un estilo propio, entre el cuento y ese subgénero consistente en historias independientes que se cruzan. Con actores en estado de gracia, para los que, creo, fueron los mejores papeles de sus vidas. Rodada en Madrid y Formentera. Y sí, querido lector, “Lucía y el sexo” va de sexo. Explícito y sin tapujos, pero bello y exquisitamente tratado, acompañado de la espléndida banda sonora de Alberto Iglesias, un habitual de Medem y de Almodóvar. Una curiosidad personal: fue la primera película que vi con la que entonces era una amiga, y hoy, mi mujer. José Javier Martínez
2011-05-15