Durante los pasados días 18 y 19 de febrero, tuvo lugar en la sierra de Crevillente el rodaje de una película de corto metraje. Los 18 componentes del equipo, entre técnicos y actores, eran holandeses y dicha película forma parte del proyecto de fin de carrera del director. Éste se llama Wout-Peter Malestein, quien antes de cursar sus estudios de Audio Visual Media en el HogeSchoolKunsten de Utrcht (Holanda), ya dirigió dos películas y actuó como actor de reparto en alguna más. El tema de la película versa sobre la guerra de Afganistán, pues el director tiene un amigo francés que participó en ese conflicto y los relatos que éste le contó le impresionaron muchísimo. Nos contó el director que el tema de la película es una historia de amor y guerra, basada en la experiencia de este amigo suyo. A pesar de ser un cortometraje de 15 minutos de duración, y según lo que nos contó, el presupuesto debe ser elevado, pues sólo en Crevillente estuvieron cuatro días, dos de ellos de grabación y los otros dos de localización de los sitios más adecuados. Estos lugares han sido: el edificio abandonado de “la mina dels Clots” y una cueva de pastores en la sierra. Algunos de los actores que actúan como soldados en la película fueron soldados reales en esta guerra.

rodaje2El venir a rodar a Crevillente se debe a una especie de carambola del destino. Un holandés que suele hospedarse en el Camping Las Palmeras de Crevillente durante el invierno,oyó hablar entre sus amistades de la búsqueda de localizaciones en el Sureste español para la filmación de una película. Les propuso que cuando vinieran se acercaran por Crevillente para echarle un vistazo al paisaje.

Después de descartar localizaciones en la provincia de Almería vinieron a Crevillente y les gustó el paisaje y la luz por su gran parecido a los de Afganistán.

Les acompañamos unos minutos durante el rodaje en “la mina dels Clots”, junto con la concejal Dª Ester Mas que fue la que les ayudó en todos los trámites burocráticos necesarios para obtener los permisos de filmación, y pudimos observar el trabajo de los maquilladores; las caras sudorosas de los soldados eran maquillaje; los fusiles de asalto que parecían auténticos, eran de plástico; las caídas durante el descenso por una senda, las voces del director dando instrucciones… Nos dijo el director que el sonido a los tiros se los ponen después en los estudios, pues allí apenas se oían.

Entre la información más interesante que nos ofrecieron fue que normalmente cada día de trabajo equivale a dos minutos de proyección en pantalla.

El título provisional de la película es “Ricochet” y espera poder presentarla en el festival de cine de San Sebastián.

Vamos a ver si tenemos suerte y la sierra de Crevillente se convierte en un segundo Hollywood. Vicente Fuentes Fuster

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