A mediados de  la década de los años setenta del siglo pasado, la Fiesta de Moros y Cristianos de Crevillent estaba todavía en proceso de consolidación, iniciado unos años antes. La improvisación en el diseño de los actos seguía siendo la regla general; incluidas las Embajadas. (Exceptuamos la celebración de la festividad de san Francisco de Asís culminada con la procesión en su honor. No olvidemos que la Festa nació para ser tutelada por el Sto. Patrón de la Villa). Cada año, desde su inicio en 1965, la incorporación de comparsas, hasta completar el número de doce, sería el síntoma significativo del entusiasmo generado en los crevillentinos hacia una Fiesta nueva que les hacía partícipes de manifestaciones lúdicas diferentes.

Imbuidos de este fervor colectivo, un reducido grupo de hombres pensaron con buen criterio que a la Entrada del Bando Moro le faltaba una “filá” escoltando a su capitán. Recibido el visto bueno de la Asociación salimos desfilando con el nombre de “Filá dels Negres” en el año 1974. Con trajes alquilados y la cara pintarrajeada sobre fondo negro desfilamos tres años seguidos. Creo que causamos sensación entre el público por lo bien que íbamos y por la intriga en querer identificar a los componentes de la Filá, debido al buen maquillaje de nuestras caras realizado por un profesional. Tal era el aspecto de nuestros rostros que ni yo me reconocía en las fotografías. Recuerdo aquel grupo de amigos; alguno de ellos muy íntimo. No los menciono uno por uno porque ya no quedamos casi nadie: un servidor y … Aquella simpática iniciativa no cuajó porque los capitanes de turno prefirieron traer “filaes” de otros pueblos aunque les costase dinero. Por consiguiente la finalidad por la cual se fundó la Filá dels Negres dejó de existir.

 

LA MÚSICA DE LA COMPARSA DRAGONES

La música creada para la Fiesta de Moros y Cristianos posee una doble virtud. Sirve para marcar el compás majestuoso en los desfiles y a la vez identificar por el oído las comparsas que pertenecen al Bando Moro o Cristiano; sin duda porque el ritmo musical es diferente. Sin embargo, me ha llamado siempre la atención la música que emplea la comparsa cristiana “Dragones”. Fundada en 1967 por gente joven y utilizó desde un principio los acordes melódicos de una habanera popular, “La Estoreta”, cambiados a ritmo de pasacalles.

Esta pieza musical es su seña de identidad en este aspecto, que la diferencia de las demás; sus bandas tocan lo mismo en todos los pueblos. Todos los años por estas fechas me pregunto por qué otras no han adaptado alguna de las antiguas y típicas canciones de Crevillent. Sirva de referencia de cuanto digo, la anécdota vivida hace unos años. Estaba yo cerca de la Plaza cuando al oír los acordes de la Estoreta ví pasar corriendo un chiquillo gritando “la meua comparsa, la meua comparsa”. Salvador Puig Fuentes

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